Comunicado
-No sólo es cuestión de cantidad de acciones, sino en la calidad del trabajo de sus representantes parlamentarios
Xalapa, Ver., 16 de octubre de 2018.- La diputada local Miriam Judith González Sheridan, propuso una reforma constitucional para establecer el requisito de poseer una preparación académica de educación superior como mínimo de quienes conquisten una curul en el Congreso local.
Este martes en sesión de la Diputación Permanente, propuso una iniciativa con proyecto de decreto que reforma la fracción II del artículo 22 de la Constitución política del estado de Veracruz, con el objeto de que los legisladores no lleguen a aprender, sino a trabajar en beneficio de los veracruzanos.
Dijo que debe privar un panorama profesional que dignifique la labor legislativa, con la garantía de tener un trabajo de mayor eficiencia y mejores propuestas con estudios de fondo e impacto real en la sociedad.
July Sheridan sostuvo que es de vital importancia, no sólo el conocimiento de la materia en los servidores públicos, sino la aplicación de los mecanismos institucionales que permitan salvaguardar los derechos humanos de sus representados y los intereses de la colectividad; siendo la preparación académica y formativa un elemento de suma importancia en la ocupación de espacios de representación popular.
Recordó que en México no existe disposición jurídica que exija un mínimo de preparación profesional para ostentar el cargo popular de legislador.
“La consecuencia es manifiesta, el desconocimiento al quehacer legislativo lamentablemente culmina en un evidente fracaso en las políticas públicas ante la falta de contrapeso a los otros poderes de la unión”, expresó.
La Diputada opinó que es “incomprensible” que en otros poderes, como es el caso del Poder Judicial, exista una carrera judicial para concursar por cargos públicos, es decir, además de formación profesional, se requiere acumular experiencia en el rubro concursado y, paradójicamente, para la elección de diputados, sólo se consideran aspectos elementales como ser ciudadano mexicano de nacimiento en pleno ejercicio de sus derechos y comprobar la residencia en el distrito o jurisdicción correspondiente a la elección, cuando son los mismos diputados quienes crean y regulan la legislación de una entidad federativa o del país, según corresponda su competencia.
Mencionó que en Veracruz la Constitución local, en su numeral 22, considera estos dos requisitos, más el de saber leer y escribir, para ser diputado local, lo que ha causado reclamos e insatisfacción en la población, puesto que se ha señalado una y otra vez que el trabajo legislativo requiere de profesionalismo en su desempeño para brindar mayor eficiencia a los ciudadanos representados.
Reconoció que en la actualidad, la labor legislativa está en tela de juicio y apuntó que en México, la figura de los legisladores, junto con la de los policías, los partidos políticos, así como los sindicatos, representan el nivel más bajo de confianza y aprobación de los ciudadanos.
En ese sentido, refirió que el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados de San Lázaro, sólo el 36% tiene “mucho” o “algo de confianza”, y en la Cámara de Senadores, sólo un 37%; asimismo que, entre las autoridades electas, los diputados son los que menos confianza inspiran a los ciudadanos; el 60% está en desacuerdo de la forma cómo trabajan los legisladores, mientras que sólo el 20% lo aprueba.
“Aunado a lo anterior, el rechazo de los ciudadanos incrementa cuando no existen perfiles profesionales en la legislatura y las exigencias ciudadanas son cada vez mayores, como lo es el caso de Veracruz y la multiplicidad de problemáticas que ha enfrentado los últimos años, entendiendo que las determinaciones tanto gubernamentales como legislativas no deben dar paso a la improvisación. ¡Ya basta de improvisar la vida pública de Veracruz!”, pidió.
Finalmente, consideró que si bien es cierto, no sólo basta poseer conocimientos de estudio superior acreditados mediante título y cédula profesional, la acción es de suma importancia para elevar el nivel del profesionalismo parlamentario y no sólo para utilizar estos espacios públicos para cumplir compromisos personales en correspondencia a la fuerza política que impulsó la obtención de una curul.
“Veracruz necesita de servidores populares que proyecten todo su potencial académico y humano en su desarrollo como entidad federativa y, un primer paso, radica en su mayor exigencia formativa. No sólo es cuestión de cantidad de acciones, sino en la calidad del trabajo de sus representantes parlamentarios”, concluyó.