Hilda Hermida Delgado.- María de Lourdes Piedad González Landeros, hija de doña Luchita, abuelita desalojada de su vivienda en la calle Miguel Palacios a un costado del deportivo Colón, expresó que la salud de su madre a partir de hoy será responsabiliad de Beatriz Gea, nieta promovió el juicio en contra de los habitantes de ese hogar.
Luego de casi cinco años del pleito legal iniciado por la maestra Beatriz, un juez determinó otorgarles la vivienda para que esta instale una guardería, dejando indefensa a doña Luchita de 88 años de edad.
Al respecto, Lourdes Piedad, informó que el desalojo inició a las 7:45 de la mañana de este martes. Derivado de este proceso judicial ejecutado, la señora tuvo que ser hospitalizada en un nosocomio de Xalapa pues al ser hipertensa la presión le subió a los cielos.
“Se la llevaron, ya la trasladaron, la están atendiendo, está con mi prima, está estable allá adentro, veremos que dicen los médicos para ver qué procede. Siguió mal después de hace ocho días (cuando la notificaron del desalojo) su temblorina se le prolongó, ahorita en la mañana se prolongó demasiado”.
Narró, que dejó que los acompañantes del abogado de la demandante ingresaran para “sacar lo que quisieran, ellos tienen que hacerlo todo, yo no voy a meter las manos”.
Por el momento, desconocen a dónde se irán a vivir y donde rentaran al haberles despojado de su hogar, en dónde Luchita vivió desde los doce años.
“Aquí vivíamos mi hijo y mi hija. Decían que vivía aquí con su hijo y su nuera, que es realmente mentira y decían que el hijo y la nuera eran los participantes de estarles diciendo que no se saliera y todo eso es mentira, nunca le hemos dicho eso, nosotros estábamos conscientes y estamos conscientes de lo que está pasando pero también eso es un abuso, sabiendo su hijo y su nieta, el estado en el que está su abuela y su madre”.
La sobrina de la señora Lourdes, la maestra Beatriz Alicia, quiere instalar en esa casa una guardería con jardín, “porque como es maestra ella quiere tener su guardería aquí, teniendo un terreno tan grande de lo doble de dimensiones en esta casa en el niño perdido, frente al tanque, ahí vive con su mamá, y ese terreno es de la mamá de mi mamá”.
Finalmente, Luz Piedad responsabilizó a sus familiares de lo que pueda ocurrir con su madre a partir de acción ejecutada, “es responsabilidad de ellos, ellos debieron tener una poquita de consciencia pena de dejarla que se muriera aquí y ahorita la sacaron para qué, para que se muera”, cuestionó.