Juan Javier Gómez Cazarín*
El presidente Andrés Manuel López Obrador volvió a estar en Coatzacoalcos el viernes de la semana pasada. Además de supervisar el funcionamiento del Ferrocarril Transístmico, ofreció una conferencia mañanera donde hizo una evaluación de los resultados del combate al crimen en la entidad, a pocos meses de que concluya su Presidencia y la Gubernatura de Cuitláhuac García Jiménez.
Y el informe presentado contiene el tipo de datos que molestan mucho a la Derecha conservadora del PRIAN, aquellos mismos que en 2018 nos heredaron un Estado más peligroso que Iraq –con cifras oficiales- y que ahora, cínicamente, se presentan como la opción para Veracruz.
Resulta que los homicidios dolosos, en seis años, han bajado en 52 por ciento y, de ser uno de los Estados más peligrosos del país, ahora ocupamos el lugar 20 de 32.
El secuestro tiene una disminución acumulada de 91 por ciento. Tan sólo la reducción del año en que destituimos al fiscal yunista, Jorge Winckler, al año siguiente, en materia de secuestros fue del 59 por ciento. ¿Casualidad?
Pero igual de importante es que la tendencia general es a la baja y que, de continuar las políticas actuales, es de esperarse que en los próximos años esta situación mejore todavía más en Veracruz y el país.
¿Con qué cara puede criticar este avance el PRIAN? Los aliados de Bermúdez y de Winckler. Los que se robaron el dinero de las cámaras de vigilancia. Los que usaban a la policía para golpear a jubilados y pensionados que reclamaban por el pago de su pensión. Los que quieren regresarnos a las cifras negras y a los peores lugares de inseguridad en el país y del mundo.
¿Cómo querrían los veracruzanos volver al infierno aquel del que apenas estamos saliendo con mucho esfuerzo?
Por un lado, seis años son muy poco tiempo para borrar de la memoria colectiva las atrocidades del pasado; y, por otro lado, las campañas negras de desprestigio operadas por el yunismo no les han resultado eficaces para borrar los auténticos logros de los gobiernos de López Obrador y Cuitláhuac.
Entre otras muchas cosas, ahí se encuentra la explicación de por qué no levantan en las encuestas y, en cambio, se hunden cada vez más.
Pd.- El domingo, sin ceremonia porque está vigente la veda electoral, se abrió el tránsito el Puente Heberto Castillo, en la avenida Lázaro Cárdenas, por el rumbo de Urban Center. Una obra criticada por los malquerientes de la 4T, pero que ahora que está en funcionamiento probó ser muy útil para agilizar el tráfico vehicular en este punto de la ciudad, respetando el medioambiente. No tengo duda de que será uno de los grandes legados de este Gobernador xalapeño para su ciudad, la capital de todos los veracruzanos.